Tijuana es un basurero, huele mal y tiene cero mantenimientos.
La eliminación de residuos a nivel municipal es el primer gran problema. La ineficiencia de levantar solo una vez por semana, y los grandes problemas logísticos (como la falta de equipos y centros de transbordo) ya han provocado esta crisis. Se puede apreciar un vertedero de papeles y basura que circula por donde lo lleva el viento. Hay que prestar especial atención a los basureros subterráneos en ahora baldíos, barrancos y esquinas, donde los “vecinos” van a tirar su basura, muchas veces sin siquiera ponerla en la bolsa adecuada.
Luego la falta de mantenimiento de baldíos, camellones, laderas, rotondas y demás espacios comunes cubiertos de hierba, rocas y escombros, hace años no se ve a un conserje por la calle
La contaminación visible de Tijuana es una historia diferente, rótulos y, distribución de volantes (que cosa tan antigua) en casas y negocios, pintadas, pero también para ver la colocación de vallas publicitarias, y pantallas
Y no hablemos de los edificios, casas y negocios que no merecen seguir en pie con estructuras caídas, publicidad sin uso o abandono total que se ve en el centro o en el bulevar Agua Caliente.